
"No me olvide de vos, solamente aprendí a vivir sin tenerte"
Y un dia... no sabés cómo, pero te levantás "liviano". Aquél dolor, nostalgia, esa imagen de aquella persona que tanto te torturaba el alma durante todo el día, no está. Entró en la categoria de recuerdo (o por lo menos ahora lo asumís), y aunque alguna que otra noche quiera entrar otra vez a los gritos en tu cabeza, lo hará por la puerta chica y sin muchas pompas y ya no podrá instalar con su recuerdo ese dolor en el pecho.
Vas viendo cada vez menos, los lugares por donde pasaron.
Te das cuenta de que así como lo bueno pasa, lo malo también; que para un desamor el único remedio posible es el tiempo y que por más que intentes, un clavo no saca a otro clavo (aunque anestesie el el dolor) sin percibirlo te alejas del recuerdo y con esa distancia aparece la objetividad y percibís cosas que antes no veías, no podías, o no querías ver. Es en ese momento, cuando la princesa pierde el zapatito y se transforma en Cenicienta.
Inevitablemente te sentís medio pelotudo, por tantas noches en vela, tantos actos de patetismo enamorado...
Pero no importa, ese ya no sos vos... viviste buenos momentos y amaneceres. Aprendiste cosas, y lo hiciste de la forma en que se aprenden las cosas que no se olvidan, con dolor e insomnio.
Nada es una perdida de tiempo, se sube y se baja.
Estás listo! cerraste esa pequeña página, que vos pretendias que sean tomos, en la Enciclopedia de los amores. Preparate, porque recién estas en la mitad del primer volumen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario