jueves, agosto 02, 2007

MANOTAZO DE AHOGAU


La otra noche haciendo zapping... vi por enésima vez una escena donde el protagonista, después de haber tenido una gran pelea con su novia (también protagonista), se da cuenta de que la ama con todo el corazón y corre para frenarla antes que la srta. se las tome en un avión y/o bondi. Aunque sea redundante, porque todos en algún momento nos tragamos un bodrio artístico como ese, continúo narrando lo que sucede después: ahí el fulano (q siempre la agarra a tiempo) la frena , le dice toooodooo lo que la quiere, recuerda algún momento mágico, dice todas las palabras exactas y ella con los ojos enrojecidos... lo perdona, lo vuelve a aceptar o hace lo que todo el mundo estaba esperando. Y vivieron felices comiendo lombrices THE END.

Ahora bien, me voy a permitir hacer algunas observaciones de esta situación y contraponiéndola con la vida real:

1. Es dable observar en las peliculas, lo fácil que todo el mundo larga todo y se va a la mierda por un desamor. Se encuentra laburo en cualquier otra parte del mundo en dos patadas, no hay contratos de alquiler por rescindir, no hay cuentas que pagar, siempre hay alguien a quien dejarle el gato y/o perro o cualquier bicho rompebolas con el cual uno se haya encariñado. En la vida real lastimosamente uno se tiene que quedar con sus angustias y recorrer los paisajes conocidos cargando su tristeza y generalmente cruzarse con ella o él.

2. En la ficción, siempre por más terribles cagadas que él se haya mandado... ella vuelve y lo perdona y listo. Todo se arregla con "la declaración de amor total". En esta tierra de la cruda realidad, generalmente esas palabras llegan tarde, uno hace esos manifiestos al amor cuando ya la perdió, cuando ella ya no te soporta más o no soporta sufrir. Generalmente uno se da cuenta cuando todo ya se fué al carajo, y ella cuando terminas tu monólogo te dice AHORA YA NO IMPORTA, o un tierno NO TE CREO NADA. Y el único abrazo que recibis es el del HASTA LUEGO.

Señores y señoras, la ficción es la ficción. En la vida real los manotazos de ahogaú no sirven, las grandes Odas al amor, casi siempre llegan tarde. Y los aviones y/o colectivos cuando los vamos a buscar ya se fueron. He dicho

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no es "y comieron PERDICES"?...

anyway.. hacía rato que no pasaba... muy lindas las dos últimas entradas.. aunque nada optimistas o positivas... pero bue... no hay por qué serlo.. no?...

besote!

Anónimo dijo...

Yo corrí una vez tras un amor que se iba.
Me humillé, supliqué, lloré.
Y el abrazo del hasta nunca me apretó tan fuerte que casi me ahoga.
No lo haré nunca más. Ya aprendí la lección.