martes, junio 12, 2007

ODIO VS INDIFERENCIA


Lo contrario de lindo es feo, de rico es pobre, de negro es blanco, esto se aprende antes de entrar a la escuela. Si hacés una encuesta entre las personas, vas a escuchar que lo contrario al amor es el odio. Están equivocados. Hace una encuesta entre los adultos y descubrí la respuesta correcta: el contrario del amor no es el odio, es la indiferencia.

¿Qué sería preferible, que la persona que amas pasase a odiarte, o que le fueses totalmente indiferente? ¿Qué perdiese el sueño imaginando maneras de hacerte pasar mal o que durmiese hecha un ángel la noche entera, olvidada por completo de tu existencia? El odio es también una manera de estar con alguien, En cambio, la indiferencia no acepta declaraciones o reclamos: tu nombre ya no existe en ninguna lista.

Para odiar a alguien, necesitamos reconocer que ese alguien existe y que nos provoca sensaciones, por feas que ellas sean. Para odiar a alguien, necesitamos de un corazón, aunque frío, y razocinio, aunque enfermo. Para odiar a alguien gastamos energía, neuronas y tiempo. Odiar nos saca canas en el pelo, arrugas en la cara y angustia en el pecho. Para odiar, necesitamos del objeto del odio, necesitamos de él, aunque más no sea para dedicarle nuestro rencor, nuestra ira, nuestra poca sabiduría para entenderlo y poco humor para aguantarlo.

¿Para serle indiferente a alguien, necesitamos de qué? De nada. La persona en cuestión puede saltar bungee jumping, ir a clases con esmoquin, ganar un Oscar o una prisión perpetua, y ni nos importa. No juzgamos sus actos, no observamos sus modos, no testimoniamos su existencia. Ella no nos exige ojos, boca, corazón, cerebro: nuestro cuerpo ignora su presencia, y mucho menos se da cuenta de su ausencia. No tenemos el número de teléfono de las personas a quien no llamamos. La indiferencia, si tuviese un color seria color de agua, color aire, color de nada.

Un chico, por lo general, nunca experimentó esa sensación: o es muy querido, o criticado por lo que hace. Un chico está siempre en una de las puntas de la lanza, adoración o quejas, pero nunca es ignorado. Solo más tarde, cuando necesite de una atención que no sea materno o paterna, es que descubrirá que el amor y el odio habitan el mismo universo, mientras que la indiferencia es un exilio en el desierto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que queres q t diga? estoy tan de acuerdo q hasta siento como si lo expresara yo misma. Sonia

Anónimo dijo...

Por algo existe el dicho 'mátal@ con la indiferencia'.. no?.. aunque, una vez que llegás a querer a alguien (que ni se acerca a 'amar')es más difícil ignorar que odiar. Generalmente los sentimientos pasan por una especie de metamorfosis.. pasas de querer a odiar, porque la indiferencia no es un sentimiento, es un 'estado', no?..
bueno yo lo veo así..

besote =D